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Texas y Arizona envían a indocumentados a ciudades demócratas, pero muchos se quedan en estados republicanos

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Desde abril, miles de migrantes han llegado en autobús a la ciudad de New York y a Washington, DC, enviados al norte por los gobernadores republicanos de Texas y Arizona como táctica política para culpar a los demócratas de la presencia de los migrantes en el país.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, y el de Arizona, Doug Ducey, han gastado millones de dólares en transportar a los migrantes a las ciudades liberales, para protestar por la intención del presidente Joe Biden de eliminar algunas restricciones fronterizas de la época de la pandemia y por las políticas de inmigración demócratas en general.

Pero cada vez más, los migrantes se bajan de los autobuses antes de llegar a Washington y New York, que son demasiado caras para instalarse para muchos migrantes que no tienen amigos ni familia en esas ciudades. En su lugar, desembarcan en estados republicanos a lo largo de la ruta, donde el costo de la vida es mucho menor, pero en donde su presencia ha generado la oposición de algunos funcionarios estatales y locales.

“Si Texas va a poner a la gente en los autobuses, tienen que asegurarse de que estas personas van a sus destinos”, dijo el representante estatal de Georgia, Mike Cameron, un republicano que protestó en las paradas de autobús en el Condado Dade, Georgia. “Entiendo el problema de Texas, pero no hay que poner a la gente en un autobús y dejar que se baje en cualquier sitio. Esa no es una solución”.

Tanto Arizona como Texas le ofrecen a los solicitantes de asilo viajes voluntarios en autobús, ya que son liberados con permiso para viajar y proseguir con sus solicitudes de asilo después de las revisiones realizadas por los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), que determinan que no son una amenaza para la seguridad y no cumplen los requisitos para los programas que obligan a algunos solicitantes de asilo a esperar al sur de la frontera. En Texas, un grupo humanitario ofrece los asientos de los autobuses financiados por el Estado a quienes necesitan transporte.

Texas no puede impedir que la gente baje en las paradas intermedias, pero los autobuses ya no se detienen en el Condado Dade o en la cercana Chattanooga, Tennessee, luego de las protestas de Cameron y otros funcionarios republicanos.

Los migrantes han desembarcado en Georgia, North Carolina y Tennessee en las últimas semanas y algunos de los autobuses que llegan a New York y Washington están casi vacíos, de acuerdo con los medios de comunicación, aunque las organizaciones benéficas locales dijeron que siguen ayudando a decenas de migrantes que llegan casi a diario. El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, le advirtió a los migrantes en abril que no usaran los autobuses para llegar a su estado, diciendo que “Florida no es un estado santuario”.

Sin embargo, alrededor del 20 por ciento de los migrantes transportados en autobús por Arizona tienen como destino final Florida, de acuerdo con un informe estatal. Texas no ha publicado un desglose de los destinos de sus migrantes.

Los que se quedan en los autobuses y llegan a Washington, DC, a menudo solo necesitan un poco de asesoramiento y ayuda para reunirse con amigos y familiares dispuestos a ayudarles, dijo Abel Núñez, director de la organización sin ánimo de lucro CARECEN DC, o Central American Resource Center, que ha estado reuniendo de ocho a 10 autobuses a la semana en el Distrito de Columbia. Un hombre manejó desde Nueva Jersey para conocer a su hijo cubano perdido hace tiempo cuando llegó en un autobús recientemente, dijo.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, y el gobernador de Texas, Greg Abbott, se toman una foto con los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que participaron en la misión.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, y el gobernador de Texas, Greg Abbott, se toman una foto con los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que participaron en la misión.

Pero los que no tienen dinero o conexiones, tal vez el 15 por ciento de los que llegan, tienen un camino difícil sin permiso para trabajar legalmente y sin manera de pagar los costos de vivienda que se disparan, dijo.

“A veces tienen la idea de que todo está pavimentado con oro si logran llegar aquí. Tenemos que decirles: ‘No, básicamente si te quedas aquí vas a ser un sin techo, [estarás] trabajando con albergues’. Esa es la realidad”, dijo Núñez.

Los pasajeros de autobús que se bajaron en el Condado Dade, Georgia, generaron quejas de los habitantes y del jefe de policía local en agosto, y algunos habitantes de Chattanooga se alarmaron cuando los migrantes sin recursos empezaron a pedir comida en un McDonald’s local. Algunos intentaban llegar al cercano aeropuerto de Chattanooga para alcanzar otros destinos. Los políticos republicanos protestaron y los autobuses ya no se detienen en esa zona.

El gobernador republicano de Georgia, Brian Kemp, “comparte la preocupación del jefe de policía por esta práctica” de que los autobuses se detengan en el Condado Dade, le dijo el portavoz Andrew Isenhour en un correo electrónico a Stateline.

Hubo quejas similares en la cercana Chattanooga, que colinda con el Condado Dade, aunque las autoridades de la ciudad no se molestaron en ayudar a los migrantes.

“Esta administración responderá con compasión a las personas vulnerables que huyen de circunstancias extremadamente difíciles”, publicó el jefe de gabinete del alcalde Tim Kelly en un comunicado a mediados de agosto, señalando que los migrantes habían sido examinados por CBP y estaban legalmente en libertad condicional mientras buscaban asilo.

Sin embargo, la senadora estadounidense Marsha Blackburn, republicana de Tennessee, también se quejó públicamente de las paradas el 15 de agosto, acusando a los migrantes de “querer llegar a donde están sus amigos” y de esperar “un viaje gratis en autobús a donde quieran ir”.

Al día siguiente, 16 de agosto, la empresa de autobuses contratada por Texas, Wynne Transportation, le comunicó a las autoridades de Chattanooga que no habría más paradas en la ciudad.

Sería ilegal que la empresa de autobuses impidiera que la gente se bajara del autobús cuando este se detuviera, dijo Muzaffar Chishti, experto en política de inmigración y miembro principal de la oficina de New York del Instituto de Política Migratoria (MPI), una organización no partidista.

“Estos inmigrantes pobres tienen la capacidad de decidir a dónde quieren ir. No se les puede decir: ‘Tienes que ir a New York’ cuando tienen parientes en Georgia, Miami o North Carolina”, dijo Chishti. “Eso sería detenerlos en el autobús y Texas no tiene ninguna base para hacer eso”.

La oficina de Abbott no respondió a una pregunta respecto a si ha reducido las paradas en Georgia, Tennessee o en cualquier otro lugar del trayecto, pero la secretaria de prensa del gobernador de Texas, Renae Eze, enfatizó en un correo electrónico que los migrantes son libres de bajarse en cualquier lugar en donde el autobús se detenga.

“Los migrantes pueden comprar cualquier provisión necesaria o desembarcar en cualquiera de estas paradas”, escribió Eze, aunque añadió que “los migrantes eligieron voluntariamente ir a la ciudad de New York o a la capital de nuestra nación” y aceptaron el destino cuando firmaron una renuncia de liberación.

Cuando cruzan la frontera mexicana, los solicitantes de asilo son examinados por agentes de CBP. Tienen libertad condicional de 60 días mientras solicitan asilo en los tribunales, dijo Chishti.

A los que son liberados en Del Río, Texas, una organización de servicios, la Coalición Humanitaria de la Frontera de Val Verde, puede ofrecerles un asiento en el autobús si eso los acerca a su destino final, dijo Tiffany Burrow, directora de operaciones de la coalición. Depende de cuántos asientos estén disponibles y de cuántos migrantes sean liberados.

“Cada día es diferente”, dijo Burrow.

Por lo general, los asientos se destinan a personas que planean ir al noreste, pero, si hay extras, las personas que se dirigen al sureste podrían obtener un asiento y desembarcar en una de las seis paradas para que el autobús recargue gasolina o para cambiar de conductor, dijo.

CBP dijo que los migrantes que pueden acceder a los autobuses deben tener una dirección en Estados Unidos y registrarse regularmente para mantener su estatus legal de libertad condicional.

Sin embargo, hay cierta confusión en torno a los migrantes con direcciones de destino, rellenadas por CBP, que resultan ser centros de servicio de Catholic Charities o las propias oficinas de CARECEN DC en el Distrito de Columbia. Catholic Charities se quejó de esta práctica en New York, diciendo que nunca había oído hablar de los migrantes antes de que empezaran a recibir correo para ellos.

“Es difícil calibrar su intención”, dijo Chishti. “Si la intención es decir ‘Esto les dará una lección por apoyar a los inmigrantes’, eso es una cosa. Pero podría ser que estén poniendo esa dirección pensando ‘Al menos este lugar les ofrecerá algo de ayuda'”.

La portavoz de CBP, Cecilia Barreda, no dijo cómo se acaban usando las direcciones de lugares como Catholic Charities, pero dijo que a los inmigrantes se les da un formulario para que puedan cambiar la dirección cuando lleguen a su destino.

Nuñez dijo que interpreta las direcciones falsas, que a veces son de su propia oficina de CARECEN DC, como un intento de los funcionarios federales de inmigración de ayudar a los migrantes que no tienen amigos o familiares en Estados Unidos.

“No pueden presentar una solicitud de asilo si no tienen una dirección”, dijo.

De acuerdo con lo que le explicaron trabajadores de organizaciones sin ánimo de lucro a Stateline, la mayoría de los migrantes de Texas proceden de Venezuela, Cuba, Colombia y Nicaragua. Los autobuses de Arizona a Washington, DC, se han llenado en su mayoría con personas de Colombia, Perú y Venezuela, de acuerdo con los informes del estado.

Otros solicitantes de asilo procedentes de Guatemala, Honduras y El Salvador siguen estando vetados en virtud de los programas pandémicos para limitar la inmigración. El gobierno de Biden pretendía detener las llamadas expulsiones del Título 42, pero el asunto está detenido en los tribunales.

El representante estadounidense Adriano Espaillat, un demócrata que representa a partes de Manhattan y el Bronx, dijo que los inmigrantes deberían recibir más información acerca de los servicios que la ciudad de New York puede proporcionarles cuando lleguen.

“Se les deja abandonados y sin saber los recursos que necesitan”, dijo, diciendo que él personalmente rescató a una familia venezolana con niños pequeños cuando intentaban caminar desde un centro de servicios en Manhattan hasta un refugio para personas sin hogar cerca del estadio de los Yankees en el Bronx.

“Fue una larga caminata y estaban a punto de perder el plazo para entrar en el refugio. Todo lo que saben es caminar, así que eso es lo que estaban haciendo”, dijo Espaillat. “Habían caminado todo el camino hasta la frontera, incluyendo el Tapón del Darién [entre Panamá y Colombia], a través de la selva con animales salvajes, sosteniendo a un pequeño bebé”.

Arizona ha gastado alrededor de 3 millones de dólares desde mayo para transportar a los migrantes en autobús a Washington, DC, y Ducey destinó hasta 15 millones de dólares para continuar con el programa en el presupuesto del próximo año. Texas empezó a aceptar donaciones públicas para sufragar parte de los 7 millones de dólares que ha gastado en autobuses desde abril.

“Se está usando a los migrantes como peones en unas elecciones cargadas de política, sembrando intencionalmente el caos para que los gobernadores puedan decir: ‘Están probando su propia medicina’. Eso no puede ser bueno”, dijo Chishti.

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